La pintora Cristina Alejos
nos narra la sensibilidad con que
artistas plásticos se inspiran en los amaneceres y nos dice: “El sol aparece en
la historia de la pintura con mayor o menor importancia, siendo siempre un
elemento único, que nos activa y da energía. Ver el sol es siempre positivo.
Llena el cuadro de luz y brillo. El amanecer de Van Gogh es dulce, lento y
cálido. Este cuadro no tiene el nerviosismo de otros, aunque si su energía. Es
como si estuviesemos recibiendo la bendición del sol, relajando nuestras
preocupaciones y preparando el terreno para la vida. Y es además, un sol que se
expande hacia todo lo que existe, haciendo desaparecer las sombras y llenando
todo de colores. Picasso siempre necesitaba meter personas en sus cuadros.
Incluso en un amanecer, hay una de sus mujeres.Un simbolista como William
Blake. Una pintura donde la figura de un hombre representa la creación. Está
pintado como si fuera un sol radiante, expandiendo su energía. Pinta al sol, a
Dios y al hombre al mismo tiempo.En el cuadro “Frontispicio para Europa”, de
1794, es un grabado en relieve, pluma y acuarela, pintado por William Blake .
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