jueves, 27 de septiembre de 2018

LA MATANZA DEL ARTE DESDE EL DOS DE OCTUBRE
























A excepción de algunos caricaturistas que han estampado su periodismo comentado; desde aquella primera agresión seria del gobierno mexicano a la población en el año de 1968, -principalmente al estudiantado, a  los artistas críticos y a los periodistas-; los creativos mexicanos se han quedado silenciados, salvo honrosas excepciones. Los artistas sumergidos en la mediocridad comercial de sus televisoras prefieren vivir una zona superficial y de confort que asumir su momento histórico en el arte, mientras tanto, surgen a partir de la matanza del 68, los intelectuales creados por el mismo sistema gubernamental como -mala copia- de los ilustradores de la revolución francesa y los poetas de la guerra civil española. La matanza del 68, los magno-fraudes electorales de 1988 y del 2006, la pantomima foxista y los asesinatos salinistas y peñistas, no han movido  ni una cuerda de alguna guitarra mexicana como ocurre en diferentes países centroamericanos que dieron origen al canto de protesta. Ahora que México está cerca de poder efectuar una cuarta transformación del país, los cantos están igual de enmudecidos, de algo que nuevamente se otorgó sin lucha ni conciencia   alguna. El artista mexicano ha quedado a deber, ha secado su pincel en la cobardía  y ha  renunciado durante décadas a  tolerar lo que un escritor extranjero ha llamado: "la dictadura perfecta", misma que es operante, desde un "siempre en domingo" hasta la locura frívola e incierta de las redes sociales.