Una chica escribe, estremecida, en el "libro de
recuerdos" que el INBA colocó al pie de las escaleras principales del Palacio
de Bellas Artes, para que el público dedicara unas palabras al artista
Francisco Toledo: "Maestro Toledo, paisano, nos harás mucha falta en este
México que está reconstruyendo sus cimientos nuevamente. Gracias por tu labor
altruista, tu activismo, por tu amor a Oaxaca, a tus raíces, por tu bondad y
por tu arte; los llevo en mi corazón". Deja la pluma y sigue su camino,
detrás de ella hay una decena de personas formadas, esperando plasmar su duelo
por escrito.En el mezzanine de Bellas Artes, en donde se ha despedido a muchos
de los más grandes artistas que ha tenido México, se han colocado flores,
canastas con maíz y algunas obras de Toledo de la colección del Museo de Arte
Moderno como "La función del mago (lagarto), animal fantástico", de
1973. En las paredes de las escaleras cuelgan papalotes, en alusión a aquellos
que el artista lanzó al vuelo en 2014, con la imagen de los 43 estudiantes
normalistas en Ayotzinapa, porque, dijo a la prensa entonces, a los jóvenes ya
los habían buscado bajo tierra y en el agua, y ahora los volaba para buscarlos
en el cielo. (FTE: EL inF)