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Isabel Revuelta Poo,
tiene otra imagen de El cura Hidalgo que
nos enseñaron en las monográfias y en las clases de historia de la primaria.
Para la atractiva historiadora es el
héroe del que más ríos de tinta se han escrito en nuestro país; es nuestro
héroe más famoso en el panteón de los héroes y sin embargo es el más alejado de
la realidad. La dama que ha enamorado a los televidentes
porsu enorme belleza, aseguró: “Para empezar, en vida nunca se le hace un
dibujo, una pintura, entonces te vas dando cuenta que el peso de la historia y
el oropel que ha sucedido en estos siglos, lo han desdibujado por completo,
tienes un personaje acartonado, millones de mexicanos hemos aprendido de él en
las monografías de las papelerías y eso no es lo que fue su vida. Entonces,
como historiadores quisimos, con un riguroso estudio, traer a la gente al
hombre de carne y hueso; era un hombre regio, carismático, rebelde; era un
hombre violento en algunos momentos de su vida; fue varios Hidalgos en uno, y esa
parte está muy desdibujada, y lo que queremos es recuperar al hombre de carne y
hueso. él se da cuenta, él y muchos otros criollos, que ya echaron raíces, que
ya echaron vínculo después de 300 años de colonia y son una cosa distinta a los
peninsulares, sumamente arraigados a esta tierra, sumamente arraigados a la
economía de esta tierra y sumamente desigual el trato que les daban los
españoles a estos criollos arraigados. Son, digamos, los primeros mexicanos y
él en carne propia sufre, después de las Reformas Borbónicas y de las deudas
que le achacan a su familia, su hermano más querido muere, loco por la quiebra,
y es un golpe del que Hidalgo no podrá nunca sobreponerse y no nada más lo que
le pasa a su familia o a él en carne propia sino, bien dices, era una persona
que se encontraba muy contenta tomando chocolate con el intendente Riaño de
Guanajuato y con Abad y Queipo, su amigo obispo, de Valladolid, pero también se
encontraba muy en desacuerdo y muy contento de enseñarle a esa masa de indios,
de mestizos, de castas, de gente que no tenía más nada que perder y les
explicaba: “Tienes que saber un oficio…”, usó su propio dinero para enseñarles
a sembrar la vid, que estaba prohibida, a él le gustaba mucho el vino, les
enseñó cómo cultivar el gusano de la seda en moredas que él mismo plantaba con
ellos; hablaba otomí, náhuatl y cuando se da cuenta que él es quien se avienta
a esta vorágine que fue el inicio del movimiento independentista, todos esos
miles de personas se lanzan al vacío por él, porque él era quien lo encabezaba.
“el cabrón del cura” es como lo hacía llamar Allende, Allende le llamaba así,
“el cabrón del cura”, después de todas las matanzas y el desorden, todas las
diferencias que tuvieron, Allende está resentido porque el alma de este movimiento,
eso no podemos quitárselo a Hidalgo, eso no podemos quitárselo al “cabrón del
cura” ni al “bribón del cura” y no lo digo de una manera irrespetuosa,
simplemente no me parece correcto juzgar a un hombre tan regio, con esa
personalidad, tan carismático como un viejito venerable, no por favor, esa
historia no nos la merecemos los mexicanos porque no es la real, todas las
fuentes nos hablan de un hombre que a pesar de tener 57 años estaba
absolutamente convencido de que lo que hacía era para mejorar. Ojo, va in
crescendo, no es que él haya empezado un movimiento escrito, sí tiene muchas
influencias de la Ilustración, pero lo maravilloso de este personaje, que es el
que yo quiero dibujar aquí, es el hombre recio que se lanza al vacío y, una vez
que está en la revolución y una vez que levanta todas estas masas, en la
revolución de Independencia, y levanta estas masas, no se va a echar para
atrás, no va a titubear en lo más mínimo, por eso me parece que vale la pena
hablar del cura como lo que era, un hombrón, un bribón, una persona con una
fortaleza y con unos claroscuros tremendos, cosas muy negras pero cosas muy
rescatables”. Y concluyó diciendo: “La historia no sirve de nada si tú no la
vinculas al presente, y entonces puedes dibujar futuro, a mí no me gusta hablar
de la historia cíclica porque entonces ya sabríamos el final, pero lo que sí me
gusta es que en el momento en que tú estás leyendo algo te sacuda y algo te
vincule a esos primeros que empezaron a hacer que esto que se llama hoy México
y, tú como mexicano, lo veas a futuro y lo apliques hoy a tu vida diaria”. Más
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