domingo, 7 de febrero de 2021

COMO OBSERVA ISABEL REVUELTA AL CURA HIDALGO

 


















 Isabel Revuelta Poo, tiene otra imagen de  El cura Hidalgo que nos enseñaron en las monográfias y en las clases de historia de la primaria. Para la atractiva historiadora  es el héroe del que más ríos de tinta se han escrito en nuestro país; es nuestro héroe más famoso en el panteón de los héroes y sin embargo es el más alejado de la realidad.  La  dama que ha enamorado a los televidentes porsu enorme belleza, aseguró: “Para empezar, en vida nunca se le hace un dibujo, una pintura, entonces te vas dando cuenta que el peso de la historia y el oropel que ha sucedido en estos siglos, lo han desdibujado por completo, tienes un personaje acartonado, millones de mexicanos hemos aprendido de él en las monografías de las papelerías y eso no es lo que fue su vida. Entonces, como historiadores quisimos, con un riguroso estudio, traer a la gente al hombre de carne y hueso; era un hombre regio, carismático, rebelde; era un hombre violento en algunos momentos de su vida; fue varios Hidalgos en uno, y esa parte está muy desdibujada, y lo que queremos es recuperar al hombre de carne y hueso. él se da cuenta, él y muchos otros criollos, que ya echaron raíces, que ya echaron vínculo después de 300 años de colonia y son una cosa distinta a los peninsulares, sumamente arraigados a esta tierra, sumamente arraigados a la economía de esta tierra y sumamente desigual el trato que les daban los españoles a estos criollos arraigados. Son, digamos, los primeros mexicanos y él en carne propia sufre, después de las Reformas Borbónicas y de las deudas que le achacan a su familia, su hermano más querido muere, loco por la quiebra, y es un golpe del que Hidalgo no podrá nunca sobreponerse y no nada más lo que le pasa a su familia o a él en carne propia sino, bien dices, era una persona que se encontraba muy contenta tomando chocolate con el intendente Riaño de Guanajuato y con Abad y Queipo, su amigo obispo, de Valladolid, pero también se encontraba muy en desacuerdo y muy contento de enseñarle a esa masa de indios, de mestizos, de castas, de gente que no tenía más nada que perder y les explicaba: “Tienes que saber un oficio…”, usó su propio dinero para enseñarles a sembrar la vid, que estaba prohibida, a él le gustaba mucho el vino, les enseñó cómo cultivar el gusano de la seda en moredas que él mismo plantaba con ellos; hablaba otomí, náhuatl y cuando se da cuenta que él es quien se avienta a esta vorágine que fue el inicio del movimiento independentista, todos esos miles de personas se lanzan al vacío por él, porque él era quien lo encabezaba. “el cabrón del cura” es como lo hacía llamar Allende, Allende le llamaba así, “el cabrón del cura”, después de todas las matanzas y el desorden, todas las diferencias que tuvieron, Allende está resentido porque el alma de este movimiento, eso no podemos quitárselo a Hidalgo, eso no podemos quitárselo al “cabrón del cura” ni al “bribón del cura” y no lo digo de una manera irrespetuosa, simplemente no me parece correcto juzgar a un hombre tan regio, con esa personalidad, tan carismático como un viejito venerable, no por favor, esa historia no nos la merecemos los mexicanos porque no es la real, todas las fuentes nos hablan de un hombre que a pesar de tener 57 años estaba absolutamente convencido de que lo que hacía era para mejorar. Ojo, va in crescendo, no es que él haya empezado un movimiento escrito, sí tiene muchas influencias de la Ilustración, pero lo maravilloso de este personaje, que es el que yo quiero dibujar aquí, es el hombre recio que se lanza al vacío y, una vez que está en la revolución y una vez que levanta todas estas masas, en la revolución de Independencia, y levanta estas masas, no se va a echar para atrás, no va a titubear en lo más mínimo, por eso me parece que vale la pena hablar del cura como lo que era, un hombrón, un bribón, una persona con una fortaleza y con unos claroscuros tremendos, cosas muy negras pero cosas muy rescatables”. Y concluyó diciendo: “La historia no sirve de nada si tú no la vinculas al presente, y entonces puedes dibujar futuro, a mí no me gusta hablar de la historia cíclica porque entonces ya sabríamos el final, pero lo que sí me gusta es que en el momento en que tú estás leyendo algo te sacuda y algo te vincule a esos primeros que empezaron a hacer que esto que se llama hoy México y, tú como mexicano, lo veas a futuro y lo apliques hoy a tu vida diaria”. Más en www.somoselespectador.blogspot.com