viernes, 12 de noviembre de 2021

POESIA












Por: Juan Pablo Tapia Ramos


 


¡Lo que vivimos es terrible!


El mundo necesita un respiro;


Desde las tribus más antiguas


hubo un gran respeto a la tierra;


Al estar encerrado tantos días


decidí salir, me agité, me sentí sólo,


Empecé a cuestionarme;


Cómo pude estar encerrado tanto tiempo,


Qué será de aquellos privados de libertad,


Qué será de los zoológicos;


Nacimos para ser amados, libres


para disfrutar de la vida


y que no se escape la gente

cuando me miran,


Desconfiados desde lejos.


 


Parece un pueblo fantasma,


Cuánto daño hemos hecho al mundo,


Algunos en alto grado de gravedad,


Otros por callar sin hacer nada.

Me siento un fenómeno por las calles,


No pude aguantar más el encierro,


Fueron muchos días;


No imagino a las aves


cómo se sienten entre jaulas


que nacieron para volar,


Los leones para correr,


Los delfines para nadar,


Sin límites;


Alguna vez lo pensé


pero ahora es con énfasis.


 


Nacimos para ser libres y felices


Qué estamos haciendo con la tierra;


Si antes criticaba a mi país


por ser subdesarrollado


ahora agradezco, Se puede caminar y respirar;


Había sido hermosa la naturaleza


parece una fotografía


de miles de pixeles;


Reconozco que fuimos ignorantes.


 


No soy religioso,


Menos fanático,


Pero agarrar y conocer


la Biblia en estos momentos


no es mala idea,


Un amigo del otro extremo del mundo


como anillo al dedo me sugiere:


“Felices son los que tiene conciencia


de su necesidad espiritual


puesto que a ellos pertenece


el reino de los cielos” También escuché:


Todos los caminos conducen a Roma.


 


Un enemigo invisible


Nos hace temblar,


Paraliza a la gente,


Respira la tierra.


 


Me siento astronauta


viendo al mundo por dentro,


¡Cómo la pandemia


nos consume! Sin respetar banderas ni clase,


Atemoriza hasta el más fuerte,


Una plegaria no te hace débil;


Tenemos una reflexión colectiva...