ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Los famosos con mensajes previa paga, que indicaban porque partido
votar, argumentando ser ecologistas, son los mismos que de la misma forma y
bajo los mismos argumentos se oponen a un plan de gobierno progresista. Sin
embargo ni el famoso que dice ser artista ni el lector de noticias con vocería
pagada pero que dice ser periodista independiente, tienen la fuerza de
manipulación para la mayoría de la sociedad mexicana, pero, ¿ cuál es la
explicación de ello, si el nivel académico y el sistema educativo del mexicano,
no ha mejorado?. La explicación puede consistir en que el líder de opinión es
aquel que en uso de un medio masivo y una amplia audiencia, sustituye el análisis
que por limitaciones de conocimiento no procesa su receptor, y que utiliza una
estrategia espectacular para que el
receptor reciba el impacto del mensaje transmitido hasta hacerlo propio y
después, a la vez transmitirlo en cadena, con presunción al resto de la colectividad como si fuera
propio y pudiera dar conclusión ante los otros, sobre el tema en cuestión, convirtiéndose en un repetidor aunque sin entender del todo el punto
planteado, por lo que su uso de conceptos ajenos son limitados y requerirán
mayor explicación de quienes los ha emitido originalmente, por lo que el agente
repetidor seguirá en busca de su líder opinador
para obtener más datos hasta envolverse en un criterio no propio pero adoptado
por el parlante desconocedor del tema que aborda como experto, como propio. La eliminación
de este circuito de bajo nivel intelectual, se reduce con el conocimiento
de causa, que se adquiere de manera
científica o empírica, teórica o práctica, dentro de la lectura o dentro la vivencia. Se reduce la suma de opiniones
lideradas por determinados individuos cuando a cambio, se procura el intercambio de ideas,
la tolerancia del pensamiento ajeno y la construcción del debate para pasar a
la opinión pública no influenciada como
un resultado de un proceso colectivo, en el que interactúan multitud de actores
sociales, que dan forma a la polémica y en donde el dicho debe estar
fundamentado, ya que de perder credibilidad ante situaciones supervinientes, se
desarma para posteriores ocasiones en lo que resulta la falta de
credibilidad, siendo la credibilidad una sustancia
central en la conversación, que sin ella, el parlante no tiene razón de presentarse
al diálogo, y que de manera contraria al no devaluarse puede servir de referente
y hasta de cambio de pensamiento entre los oyentes más pensantes del debate o
en su caso un fortalecimiento su dicho o un pase a un tercer concepto. La politización de
la sociedad es sana y está encabezada entre
quienes dan argumentos a sus posiciones , aunque puedan estar equivocados desde
otros puntos de vista, mientras que el antiprogresismo intelectual se fomenta entre quienes rompen el diálogo por el
insulto o por los que desisten del mismo ante falta de argumentos o por distracción en asuntos banales. Más en www.somoselespectador.blogspot.com