De la oscuridad nació el jugo de tus labios, que me lleva resbalado a tu aliento, que se acompaña con la fuerza de tus manos que aprieta el jugo de mi cuerpo que está sometido a tus movimientos salvajes de tu cuerpo. El amanecer casi se me olvida, he pasado de alto su existencia, es tu piel negra que quema y me envuelve en tu raza del deseo descontrolado.