Andi, Aída, Jhanna, son figuras muy seguidas, y en todo momento el público quiere saber de ellas como influencer, posición que se adquiere regularmente de manera intencionada pero otras veces con la espontaneidad de quien quiere saber de su admirado. En el gimnasio, en el trayecto vehícular, en la cocina y con el anhelo del seguidor de que también sea en el baño. Los expertos son los que tendrán que diagnosticar si existe una codependencia de quien hace y de quien observa, pero lo cierto es que pocos pudimos no estar atentos a la salud de Vanesa y Yolanda, quienes transmitieron momentos críticos desde el hospital, y que afortunadamente ya están en franca recuperación. Influencer que ni en los peores momentospierden su belleza y que despiertan el voluntarismo de muchos enfermeros, que se apuntan para ofrecerles sus servicios gratuitos. Para muchos fanáticoses una bendición tecnológica estar tan cerca de sus estrellas y poco importa en esos casos,la dependencia electrónica. Más en www.somoselespectador.blogspot.com