Retrógrada es la idea que considera que el camino del éxito para la mujer, radica únicamente en casarse y tener hijos por lo que se debe eliminar ese pensamiento de la sociedad y del subconsciente femenino, señaló la actriz y conductora Bárbara Islas en el marco de la presentación de la campaña contra la violencia de género "Vámonos Respetando" que promueven diferentes mujeres modernas que han sido referentes de éxito al igual que ella. A principios de la humanidad está claro que el hombre al organizarse en Clanes como la primera agrupación armónica, el sexo masculino comenzó a tomar el poder y liderazgo, al convencer a la mujer que por su situación de permanentes embarazos, debería dedicarse al cuidado de la casa y sus descendientes mientras que el hombre a actividades fuera del hogar por lo que se derivó la palabra Matrimonio de Madre y Patrimonio de Padre, situación que se siguió manteniendo a lo largo de otras y más avanzadas civilizaciones como una manera cómoda para ciertas mujeres y manipuladora para ciertos hombres y así llegar hasta la actualidad en donde la Mujer al ya no ser analfabeta y con otros roles de vida sociales y laborales, se ha rebelado a normas y costumbres que ya no se adecuan a su actual forma de vivir participativa, de crecimiento profesional y en donde no existe como meta única, una andadera y un cunero con sonajas en el techo. Para Bárbara Islas, la mentalidad femenina contemporanea evolucionó por la necesidad de la mujer de trabajar para mantener a sus hijos en un hogar abandonado por el hombre y muchas niñas notaron la evolución del rol femenino desde sus juegos con la llegada de la muñeca BARBIE quien portaba portafolio y raqueta de tenis en vez de pañalera y en donde se fue rompiendo el chantaje moral de los muñecos que formaban la familia feliz, cuando la felicidad para el hombre y la mujer consiste en su satisfacción personal antes que la de pareja, ya que ningún casado podrá alcanzar logros y satisfacciones en el otro antes que en si mismo y convertir al matrimonio en una meta social y familiar impuesta y no de libre convencimiento. Bárbara Islas aceptó dar visibilidad con su rostro a quienes no la tienen y que también reclaman respeto para el hombre y la mujer en un entorno violento no solamente físico y verbal sino también consistente en no respetar su comportamiento, ideas y objetivos fuera del estereotipo o de la regla social arcaica y que fue funcional para quien quiere posicionarse de la manipulación y el chantaje. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
