La ignorancia no solamente es falta de conocimiento, también puede implicar otras cosas complejas que se pueden adquirir ante una formación familiar, grupal o social. La ignorancia frente a una persona de buena voluntad puede llevar a la tragedia involuntaria pero provocada, pero en el caso de una persona maliciosa e ignorante, puede convertirse en un agente agresor y autodestructor con una convicción equivocada. Chaplín aconsejaba que quien tuviera vocación de educado, se acercara a los ignorantes que tuvieran voluntad de dejar de serlo, porque esos eran ignorantes inteligentes, pero aquellos que tuvieran arraigadas convicciones destructivas producto de la ignorancia, como sistema de vida quizá desde niños o adolescentes, cuya posición académica podría ser mayor o incluso la económica pero no sus ideas ignorantemente arraigadas, a esos lo mucho había que darles una lección de vida como una concientización humanista, pero de preferencia era mejor alejarse. Chaplín decía que esas lecciones eran simplemente acciones de conciencia, y aseguraba: "preocupate por tu conciencia, más que por tu reputación, ya que tu conciencia es lo que eres , en cambio tu reputación es lo que otros piensan de ti, y lo que otros piensan de ti, no resulta tu problema". Más en www.somoselespectador.blogspot.com
