La creación de cualquier
parte de la forma humana en el arte es una de las habilidades más codiciadas,
al igual que una de las más retadoras. La creación de un rostro humano deja
poco margen de error, ya que incluso los errores más pequeños son fáciles de
reconocer para la mayoría de espectadores. Cuando esculpas el rostro humano, ya
sea en arcilla o en relieve, el éxito viene a través de un estudio cuidadoso de
las proporciones y colocación al igual que de entender las particularidades de
esta área de la anatomía. Más en www.somoselespectador.blogspot.com