La oscuridad de la habitación, la música sensual, el pequeño atuendo, los tacones, un tubo de metal, un espejo y esos movimientos que excitarían a cualquiera. “Tócate así”, “bate el cabello”, “colócate en puntillas”, “saca el trasero”. Instrucciones de lo que tengo que hacer para seducirlo. Oh si, esto me gusta y se me da bien. Una caricia, un roce, un beso e incluso una mirada puede crear sensaciones placenteras y activar ese impulso sexual que tenemos todos, tanto hombres como mujeres. El tener un ser amado hace que queramos complacerlo de alguna manera, que sienta placer, para que él no nos olvide jamás. Pero para ello hay que aprender, tener algún conocimiento de lo que son el arte de la sexualidad y la seducción. Porque sí, al final eso es lo que son: un arte. Y cualquiera puede dominarlo. Para conocer todo lo relacionado a la sexualidad entre la pareja y cómo seducir a un hombre, tuve que adentrarme en ese mundo con el fin de saber qué hay por allí para lograr el objetivo: un amor apasionado.