El deporte no sólo es entretenimiento, es una faceta social del ser humano que fomenta la
competitividad, la alta preparación y la mentalidad del triunfo; virtudes fundamentales
dentro de una sociedad que pretenda encabezar el ritmo global.
En este momento, su práctica no sólo se define a través de las instituciones educativas o en
el entorno familiar. Ahora, los medios de comunicación también juegan un papel relevante
en su difusión, mediante la exposición de figuras deportivas e instituciones afiliadas, que
influyen en la vida de dicha sociedad.
Por lo tanto, su distribución tiene que poseer un carácter serio y profesional. Sus actores
principales, los periodistas deportivos, necesitan avanzar al compás que dicta esta época,
percatarse de la importancia de los contenidos que generan y de la exigencia que un mundo
globalizado y de respuesta inmediata acarrea.
Su profesión, a pesar de estar dentro de las que más se consumen y más dinero producen
en esta época, está devaluada por la falta de preparación e innovación que la rodea,
cuestión que atañe a la academia y a los mismos medios de comunicación, y que
corresponde ser cambiada para beneficio colectivo de la sociedad.El deporte y los medios de comunicación masivos disponen de una historia centenaria e
inherente. En México, esta relación tiene sus primeros registros durante el Siglo XIX; un
periodo de guerras internas, donde, en sus postrimerías, se fomentó a través de políticas
públicas, la inversión de capital económico europeo y la repoblación del territorio nacional
por parte de habitantes del viejo continente.
Los nuevos colonos trajeron consigo sus actividades físicas y pasatiempos. Los cuales, con
el correr de las décadas y al establecerse las primeras asociaciones deportivas, adquirieron
un carácter más serio y reglamentado. El paso de actividades físicas a deporte organizado
dotó a esta práctica social del suficiente interés para ser observado por los medios de
comunicación.
Los primeros deportes que obtuvieron un espacio en los periódicos de mayor circulación
de aquella época fueron: el hipismo, el jai alai, el ciclismo, las regatas y el boxeo. Con la
peculiaridad de que las crónicas se enfocaban más en el público asistente que en el
desarrollo del espectáculo.4
Una costumbre que se rompió a través del establecimiento de
periódicos especializados y con la llegada de narraciones extranjeras, en especial de los
Estados Unidos, que exaltaban la emoción del deporte mismo con frases rimbombantes e
inteligentes; un paso fundamental para esta simbiosis comercial y económica.Durante los años 50, tras una pausa por la II Guerra Mundial, la televisión tomó el mando
entre los medios masivos y el deporte se fundió con ella. Como ejemplo basta ver que las
primeras transmisiones de la cadena mexicana XEW-TV, ahora Canal de las Estrellas, se
realizaron desde el Parque Delta.Tal como su objeto de estudio, el periodismo tiene que remasterizarse de manera continua.
Aunque su función dentro de la sociedad no se modifique, su forma debe adoptar las
nuevas corrientes en los medios de comunicación. Los progresos tecnológicos se deben
explotar y para esto se necesitan especialistas que los manejen y creen un entorno
agradable a ellos.
Nunca como ahora se necesita que el periodismo se ajuste a la nueva tecnología y aprenda
a utilizar los recursos actuales. La herramienta/medio de comunicación que es el Internet
ha impuesto nuevos parámetros a la profesión, la ha socializado y a través de sus redes ha
convertido a nuestro mundo en un abanico infinito de información fluctuante, interactiva,
dispersa, sintética y libre.Los blogs y la blogósfera son un ejemplo de este posible periodismo participativo. Su
crecimiento es una constante en países desarrollados como los Estados Unidos, donde en
2005, su número alcanzó los ocho millones,10 una cifra que ya se ve multiplicada para este
momento.Los medios se han desarrollado en torno al deporte, y gracias a su tecnología, el deporte se
ha hecho global. Actualmente, el avance de la comunicación satelital permite que cada vez
más gente tenga acceso a los eventos mundiales y a las ligas internacionales de manera
instantánea, que los aficionados posean mayor información y que por lo tanto tengan una
opinión más construida sobre el deporte y sus componentes. Un rasgo que también trae una
exigencia superior tanto para los medios locales como para sus ligas y atletas. Y que
ciertamente puede deteriorar el consumo de ambos: “la sensación de estar lejos de los
empeines gloriosos se recrudeció cuando empezamos a ver goles por televisión satelital”.18
Es por esto que el deporte local debe incrementar su nivel y no rezagarse en el panorama
mundial. Un cambio asiduo que presupone la creación de una exigencia popular a través de
los medios de comunicación, que como menciona Kapuściński, “son los más manipulados
porque son instrumentos para determinar la opinión pública”,19 y que por lo tanto,
necesitan la permeación de una credibilidad solamente realizable mediante la coalición de
contenido generado fuera de sus instituciones. Con la comunión de profesionistas periodísticos que interpreten el entorno deportivo del país correspondiente y procreen una
evolución de ambos componentes: el deporte profesional y los medios de comunicación.
Actualmente, “los medios de comunicación están pasando por un proceso de
transformación tecnológica, donde los contenidos audiovisuales toman cada día mayor
importancia. Entre los contenidos más demandados se encuentran precisamente los eventos
deportivos y dentro de ellos los partidos de futbol en países como México, ocupan un lugar
preponderante”.20 Esto refleja que es tiempo de propuestas novedosas, de una mayor
preparación y seriedad dentro del aparato profesional que cubre al deporte. De la
percatación de su importancia social en la construcción de una realidad diaria y de lo que
económicamente resulta una fórmula win to win, una inversión creciente, que tiene pruebas
de eficacia en los países que cuentan con infraestructuras deportivas de primer nivel,
obligadas por un periodismo especializado de alta calidad. En la actualidad se ha criticado la presencia de bellas mujeres en la televisión durante programas deportivos que sólo han servido de modelos en la escenografía, sin embargo cada vez existen más voces femeninas de alta capacidad periodística que han rebasado en los comentarios a quienes se dicen expertos deportivos del sexo masculino Más en www.somoselespectador.blogspot.com