martes, 12 de abril de 2016

PAULA ALMERARES AL TENOR DE SU BELLEZA














































Paula Almerares está peinada, maquillada y vestida con suma prolijidad. Habla despacio y mueve las manos casi en cámara lenta; todo en ella es calmo, elegante, sobrio y moderado. Aun así se le nota en cada gesto, y sobre todo en la mirada, la tremenda felicidad que la embarga estos últimos días. Es que a pesar de tener 17 años de carrera profesional, de haber compartido escenarios con figuras de la talla de Alfredo Kraus o Plácido Domingo, la soprano platense considera que éste es el momento de su despegue.
Suena extraño escucharla hablar de un año bisagra, de un clic que modifica rumbos. Cualquiera supondría que eso pudo haber sucedido años atrás, por ejemplo cuando en 1994 ganó el Concurso Internacional Traviata 2000, premio que le permitió protagonizar la ópera de Verdi dirigida por Lorin Maazel, o cuando debutó, en 2002, en el Metropolitan Opera House de Nueva York junto a Juan Diego Florez.Fueron varios los momentos difíciles que Almerares supo sortear. Uno, irse de La Plata para instalarse en Verona, para apostar por una carrera en el exterior. Suena soñado y quizá lo sea aún para ella, pero si se escarba apenas un poco en esta joven que no pierde ocasión de hacer referencia a que fue el aroma de los tilos que sombrean las calles del barrio platense donde se crió el que la ayudó a encontrar en la ciudad italiana un segundo hogar, hace repensar cualquier teoría. Muchos viajes sola, muchos regresos a elegantes hoteles luego de grandes funciones, pero sin una mano amiga con quien compartir.
Otro momento complicado, quizás el más difícil de comprender, fue el bache de más de tres años sin cantar en el Colón. Luego de Manon , de Massenet, que interpretó en 2003, no hubo más llamados, hecho que no sólo la entristeció, sino que la desconcertó ya que durante varios años consecutivos había sido convocada. "Si supiera qué pasó, lo diría, pero de verdad no lo sé. A veces, cada director viene con su librito y esas cosas."
Por eso, luego de ese tiempo transcurrido, no pudo dejar de sorprenderse de que la llamaran para interpretar a Liù en el segundo elenco de Turandot . A decir verdad, Almerares no estuvo en los planes iniciales para esta producción, pero un problema de último momento la puso en la cabeza de las autoridades del teatro.
"Para mí, volver a cantar en Buenos Aires en estas circunstancias, un poco inesperadas pero igualmente gratificantes y con un rol que nunca había hecho me produjo una emoción enorme", expresa.