sábado, 19 de diciembre de 2020

YA NO ME CHUPO EL DEDO

 

























Las manías resultan legal y humanamente aceptables cuando no causan daño a terceros, sin embargo éstas se  agravan si son en contra de la moral y las buenas costumbres; sin embargo aquellas que ni causan daño a terceros, ni son ilegales ni en contra de la moral y las buenas costumbres, también pueden ser criticadas socialmente por inofensivas que sean, al llevar el paradigma de  que corresponden únicamente al ser humano en  determinada etapa de su edad  y por lo  tanto se ocultan  para no recibir la crítica masiva. En muchos casos, el comportamiento raro sin llegar al trastorno,  se produce por ejecutar actos   que son inusuales  para la mayoría y no como otras manías que aunque pueden causar daño a quien las práctica y a  terceros, resultan que se señalan como propias de la edad e incluso como parte de la adultez. Cristian Castro, cantante e hijo de Verónica Castro, causó controversia en redes sociales, luego de que compartiera una imagen sumamente polémica, pues apareció tomando leche desde una mamila, lo que aumentó en escándalo  cuando  su exesposa, además  confesó que esto lo hacía frecuentemente durante su matrimonio. Las manías orales son  las más comunes del ser humano pero también las más descalificadas y a la vez las más aplaudidas, como resulta beber, comer, chupar o fumar. El beber en un biberón resulta una acción de placer extrema para aquellos que no se sorprenden tanto, por el  número de adultos que se comen las uñas, los mocos o  que se chupan el dedo. En el caso del club de los chupaderos por ejemplo, aunque sabemos que se trata de un comportamiento que, posiblemente, no tenga mayores repercusiones en la vida de quien lo lleva a cabo, si ha sido objeto de estudios  que  van desde la falta de madurez,  hasta la inteligencia sobrepasada e incluso  la inseguridad, el nerviosismo, la angustia y hasta el desborde erótico. En realidad solamente se trata de  una manía como también lo es,  mantener en la boca  un cigarro encendido o no, la acción inevitable de morder un lápiz o no despegarse  un palillo de la boca, horas después de haberlo utilizado para lo cual fueron fabricados. Lo más común socialmente es que la manía del chupadedos se  quite con el tiempo como ocurre con otros hábitos infantiles, pero es una falsa idea  que constatan  aquellos que pueden llegar a  mantenerla oculta,  aunque tampoco resulta una situación generalizada. Sin embargo el tomar biberón puede resultar un acto más complejo que el chuparse el dedo, toda vez que ahí se requiere un razonamiento más que un instinto, como lo es, desde comprar el biberón hasta prepararlo, por lo que puede convertirse en una  conducta más compleja; como tampoco resulta lo mismo, tener la manía de fumar un cigarro que  consumir cajetillas en horas récord, o de tomar  una copa de determinada manera que el alcoholismo; por lo que la manía incontrolable ya pasa a la patología y es cuando resulta entonces sí, algo más serio. Igualmente  se complica tener una manía, si la misma se acompaña de  otro sentimiento para quien  la práctica y no solamente, como en el caso de los chupadedos,  que en todo caso, el único   efecto secundario puede llegar a ser,  perjudicarse su dentadura. Uno de los máximos compositores de hablahispana que es Rafael Pérez Botija, se dice que es   un chupadedo, aunque nunca ha externado pertenecer a dicho club, pero sin embargo en varias de sus autorías parece citarlo, como lo es el tema "Soy Así" que  aparentemente trata sobre el alcoholismo, pero realmente se refiere a la manía de chuparse el dedo, al igual  que otras canciones de su inspiración. Más en www.somoselespectador.blogspot.com