Las manías resultan legal y humanamente aceptables cuando no
causan daño a terceros, sin embargo éstas se agravan si son en contra de la moral
y las buenas costumbres; sin embargo aquellas que ni causan daño a terceros, ni
son ilegales ni en contra de la moral y las buenas costumbres, también pueden ser
criticadas socialmente por inofensivas que sean, al llevar el paradigma de que corresponden únicamente al ser humano en determinada etapa de su edad y por lo tanto se ocultan para no recibir la crítica masiva. En muchos casos, el comportamiento raro sin llegar al trastorno, se produce por ejecutar actos que son inusuales para la mayoría y no como otras manías que aunque pueden causar daño a quien las práctica y a terceros, resultan que se señalan como propias de la edad e incluso como parte de
la adultez. Cristian Castro, cantante e hijo de Verónica Castro, causó
controversia en redes sociales, luego de que compartiera una imagen sumamente
polémica, pues apareció tomando leche desde una mamila, lo que aumentó en
escándalo cuando su exesposa, además confesó que esto lo hacía frecuentemente durante
su matrimonio. Las manías orales son las
más comunes del ser humano pero también las más descalificadas y a la vez las
más aplaudidas, como resulta beber, comer, chupar o fumar. El beber en un biberón
resulta una acción de placer extrema para aquellos que no se sorprenden tanto, por el número de
adultos que se comen las uñas, los mocos o que se chupan el dedo. En el caso del
club de los chupaderos por ejemplo, aunque sabemos que se trata de un
comportamiento que, posiblemente, no tenga mayores repercusiones en la vida de
quien lo lleva a cabo, si ha sido objeto de estudios que van
desde la falta de madurez, hasta la
inteligencia sobrepasada e incluso la
inseguridad, el nerviosismo, la angustia y hasta el desborde erótico. En realidad solamente se trata de una manía como también lo es, mantener en la boca un
cigarro encendido o no, la acción inevitable de morder un lápiz o no
despegarse un palillo de la boca, horas
después de haberlo utilizado para lo cual fueron fabricados. Lo más común
socialmente es que la manía del chupadedos se
quite con el tiempo como ocurre con otros hábitos infantiles, pero es una falsa idea que constatan aquellos que pueden llegar a mantenerla oculta, aunque
tampoco resulta una situación generalizada. Sin embargo el tomar biberón puede
resultar un acto más complejo que el chuparse el dedo, toda vez que ahí se
requiere un razonamiento más que un instinto, como lo es, desde comprar el
biberón hasta prepararlo, por lo que puede convertirse en una conducta más compleja; como tampoco resulta lo mismo, tener la manía de fumar un cigarro que consumir cajetillas en horas récord, o de tomar una copa de determinada manera que el alcoholismo; por lo que la manía incontrolable ya pasa a la patología y
es cuando resulta entonces sí, algo más serio. Igualmente se complica tener una manía, si la misma se acompaña de otro sentimiento para quien la práctica y no solamente, como en el caso de los chupadedos, que en todo caso, el único efecto secundario puede llegar a ser, perjudicarse su dentadura. Uno de los máximos compositores de hablahispana que es Rafael Pérez Botija, se dice que es un chupadedo, aunque nunca ha externado pertenecer a dicho club, pero sin embargo en varias de sus autorías parece citarlo, como lo es el tema "Soy Así" que aparentemente trata sobre el alcoholismo, pero realmente se refiere a la manía de chuparse el dedo, al igual que otras canciones de su inspiración. Más en www.somoselespectador.blogspot.com