El pintor se inspira más de lo que observa que de lo que imagina o muchas veces imagina en base a lo que observa. El erotismo o la manera de experimentar una relación íntima, puede llegar a pasar de la mente del artista a la obra ya sea con un tinte de buen sabor o de adolorida vivencia. Más en www.somoselespectador.blogspot.com