sábado, 13 de febrero de 2016

CUBO A COLOR









































En el fenómeno llamado arte deben concurrir tres elementos: artista, obra de arte y contemplador, necesario para que se produzca el fenómeno artístico.
 El artista es el creador, el que, impulsado por la inspiración, da a sus sentimientos forma material en una obra de arte. La obra de arte es la creación artística, la materialización de los sentimientos del artista. El contemplador es el que se acerca a la obra de arte para admirarla y recrearse en ella. 

Las bellas artes son el recinto del tiempo que el artista hizo suspender, porque el contemplador, el hombre de hoy y el mañana podrán ser testigos del momento vivido por el artista.

Es el hombre que, animado por el soplo divino, crea en un estado de ensoñación artística que lo desliga de la realidad.

Aristóteles dijo: "El arte es una imitación de la naturaleza".

El cubismo toma a los objetos en forma simbólica al abstraerlos de sus formas; los transforma convirtiendo las curvas en rectas.

Los cubistas rechazan la perspectiva tradicional y pintan las formas geométricas básicas que componen el objeto, sobre todo el cubo, el cono o los planos básicos. Presentan al objeto desde diferentes ángulos, los cuales son imposibles de ver simultáneamente en la realidad.

El cubismo utilizó, durante su primer período, una paleta de marrones, verdes, amarillos, grises o pintaban sus obras en tonalidades de un mismo color. Luego, muchos cubistas usaron colores más puros en sus cuadros.

El cubismo llegó a ser el estilo artístico que más influencia tuvo en el siglo XX, reformando imágenes de otras culturas más antiguas, provenientes de África pero irremediablemente llegó a América