sábado, 10 de octubre de 2020

ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO Josè Angel Martìnez

 









ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Los medios tradicionales de comunicación, son los únicos que con empeño y creatividad, hubieran podido salir beneficiados ante el encierro prescrito o preventivo, producto de esta pandemia. En contrario; la corrupción hospedada en el personal de las radiodifusoras y televisoras, y la falta de conocimiento y aprecio por el ramo, por parte de los dueños de las empresas y los concesionarios, así como los apegos convulsivos a nuevas formas de comunicación; no solamente dejaron esfumarse esta oportunidad  sino que terminaron por darle el tiro de gracia a la comunicación electrónica convencional. Mientras que la radio, únicamente hace uso efectivo en contenido hablado,  de los horarios matutinos y de las dos y seis de la tarde, -con el argumento de encontrarse en quiebra-; por su parte la televisión se envenena con producciones excrementicias, con expertas en la materia como Magda Rodríguez, que al igual que en la adaptación literaria de  los Shelley, parece que todo lo que toca lo convierte en  deyecciones que no son precisamente  del metal oro. En el caso de la televisión, existen parásitos que exprimen el presupuesto otorgado por el mal manejo del consecionario que no sabe nada de comunicación como lo sabían sus ascendientes, y que los engañan con la idea de que el recurso económico es la única forma de obtener proyectos exitosos, que de ser así; el cantante Emmanuel con el tema "Toda la Vida" hubiera podido igualar el dinamismo y aceptación que obtuvo el cantante Franco con el tema musical que les dividió Lucio Dalla. Independientemente del dolo con que se arman nefastas programaciones de radio y de televisión como un plan de sometimiento masivo a base de la inútil elaboración de ideas por parte del receptor, y de la situación real  de menores ingresos económicos ante la clausura de desvíos públicos para el sector empresarial, la falta de efectividad de la dádiva corrupta, llamada payola, y de que el chayote ya no llega por parte del gobierno; también ha sido la falta de talento, el abuso en los padrinazgos, la falta de credibilidad y de no  evolución de acuerdo a las necesidades del espectador, lo que han terminado con el apego a los medios tradicionales para el ancho de la población que puede tener en sus manos, otras posibilidades, y lo que se traduce en la venta de la XEW por parte del monopolio mediático o el crecimiento de producciones fuera del control de los oligarcas, pero que no se traduce en progreso en el entretenimiento  o en la información electrónica, sino  que se traduce en una  imitación corporativa. Los supuestos genios de la televisión que han sido alcanzados y hasta superados por producciones televisivas locales  de Guadalajara y Monterrey, de las cuales tanto minimizaban , y que ahora han tenido que respetarlas, ahora son auténticos refugiados,  de un canal direccionado a los vicios del pasado como lo es Canal Mexiquense; y  han tenido que fingir la obtención de altas audiencias con el fin de   engañar a sus patrones,  con lo que también tienen que encerrarse  en una esfera de fantasía, que era en donde antes, encerraban a los televidentes.

Los chayoteros y cónyuges de la acreditación domada, con amplia carrera en la corrupción corporativa y en el sometimiento informativo al compás de una moneda de cambio; están descontrolados en ataques para los que vemos al periodismo de otra manera; por lo que no han hecho caso a los consejos del Presidente de la República para  serenarse, ante su enojo de haber apostado su dignidad por la ganancia económica, y ahora no contar con ninguna de las dos cosas. Aquellos que consideraban a la prostitución informativa como una conducta normal y cotidiana, con la apuesta en un futuro sin prestigio ni credibilidad; pero sí en un futuro de comodidades que les permitiría vivir con su deshonra; se están  derrumbando ante los cambios en el país,  que bloquean la meta en su camino corrupto, y que los delata como dueños de  una vida profesional miserable. Ellos no contaban con el cambio radical en el estilo de gobernar del lópezobradorismo, cuyo plan, no solamente está basado en un cambio económico y político sino también ético, mismo que choca con la falta de honestidad, -que tenían como costumbre-, y sí encuentra un punto de coincidencia, con los que pensamos que el periodismo, no es un escribano por un cheque al portador, sino  que más bien es, un pensamiento vocacional y autónomo. Los bandos nos hemos confrontado por propia naturaleza, y hay quienes lo vemos como una simple diferencia periodística y de ejercicio profesional, pero otros, han disfrazado de enojo su derrota moral con ellos mismos, así como la miseria de su intelectualidad, de su profesionalismo, de su ejercicio informativo, de su credibilidad, y ahora también, de su cartera.