sábado, 10 de octubre de 2020

LLENO Y VACIO Josè Angel Martìnez Jimènez

 














ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Parecía que el poder ejecutivo que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador, iba a ser escuchado por el legislativo, -desde el año pasado-, para la eliminación de fideicomisos dentro del presupuesto y cuenta pública de la nación, que únicamente han servido  como operaciones de fuga de capital y que deben desaparecer de una vez por todas, y que se enlistan específicamente en un centenar de fondos con malgastos unianuales del dinero público. Al tratarse de un enlistando de rubros que de eliminarse, ya no podrían llegar a manos de administradores hampones y como fugas de capital para el país, es por lo que ha despertado la rabia de los ilicitamente favorecidos, quienes señalan a los fideicomisos como única alternativa de financiamiento público y los describen como tesoros de funcionalidad para la ciencia, la tecnología, el deporte, el arte, la salud,  y para la  beneficencia y asistencia social, con el fin de engañar a la opinión pública, cuando sabemos que los supuestos beneficios que se advierten, han sido  nulos o ineficaces. En el caso de los fideicomisos dedicados al periodismo, solamente sirven para mantener a escribanos uniformados a una misma opinión, al servicio de un plan corporativo antidemocràtico lucrativo. Por lo que respecta a los fideicomisos para el deporte y el arte, resulta que los artistas universitarios o independientes , y los deportistas amateurs, no han visto ni el polvo de una ayuda económica, mientras que las grandes productoras, los clubes profesionales, asociaciones y hasta compañías lucrativas y siempre los mismos nombres,  son los que cada año, resultan beneficiados y hasta  construían su fama pública como eruditos autónomos. Respecto a las investigaciones científicas, tales fideicomisos se extravían, ya que los  mínimos apoyos para científicos mexicanos vienen de particulares para su aprovechamiento comercial, y en su mayoría, de extranjeros. El fideicomiso destinado para catástrofes naturales, es totalmente desconocido por los damnificados de cada año en Oaxaca, Baja California, Veracruz, Yucatán o Guerrero, y ni los vieron pasar los damnificados de los terremotos que  aún con la ayuda internacional nunca recibieron un auxilio efectivo de tan "bendecidos" fideicomisos, ni de la construcción de un programa práctico, que evite que un fenómeno natural se vuelva constantemente en tragedia y en una  caja chica de ladrones oportunistas. Y así como estas  fugas de capital constituidas en fideicomisos en donde se han marcado para su desaparición, solamente 104 con el fin de  fomentar programas de asistencia sin intermediarios y con beneficios de propia mano, así también  existen otros vicios que deben enterrarse de una vez por todas, y más ahora en una situación de emergencia para el país debido a la pandemia del coronavirus, en donde  el gobierno Lópezobradorista, ni ha recurrido al endeudamiento ni se ha presentado una devaluación catastrófica de nuestra moneda. El plan eliminador de los malsanos fideicomisos debe proseguir, con todo y que  los aprovechados de estas delicias de la corrupción, y que se autonombran intelectuales, deportistas, genios del arte, altruistas, feministas, misioneros en favor de los niños enfermos de cáncer y de las damas de tacones altos; traten de confundir a la nación y  realicen desplegados o protestas que están encabezadas por nombres de notoria mala reputación, y que se dirigen a sus manipulados cautivos, que ahora pueden pensar que dichos fideicomisos eran la base de anteriores gobiernos, para hacer de México, un país de avanzada, con sus necesidades; bien solucionadas, y con demasía de éxitos  periodísticos, artísticos,, científicos y altruistas , producto de un excelente modelo económico y planes financieros; y que son los mismos que piensan que la película "Roma", es una joya de la historia del arte universal y referente de nuestro país en el mundo. Jajà.

Cualquier punto de vista que se expresa en estos días, de manera inmediata se califica como lópezobradorista o como antilópezobradorista. De las cosas que más he criticado del actual Presidente del país, fue que cuando era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, aseguró que se autodescartaba para contender  por la presidencia de la república, -y aunque nunca prometió retirarse de la política del país-,  no sólo compitió en la contienda presidencial,  sino que hasta ganó tres de las elecciones, pero dos  le fueron fraudulentamente arrebatadas, aunque sus candidaturas del 2012 y del  2018 son harina de otro costal.  La palabra de honor es la única póliza de garantía que tiene una persona; en el cartón que  aquí  muestro y que realicé  y publiqué hace más de un año,   expuse mi duda fundada del dicho del excandidato presidencial paniprdoportunista, Ricardo Anaya, quien juraba,  -al igual que ahora lo hace  Felipe Calderón cuando  asegura  que no sabía de las atrocidades de Genaro García Luna-,   que daba por concluida su vida política para dedicarse totalmente a la Academia, pero el malnacido, aún sin fuerza moral ni política, ha regresado para ser el mensajero del golpeteo antiprogresista con la misma desfachatez  y ambición vulgar, con la que hasta se humilló en ponerse la chamarra del partido,  del cual fue fundador su propio rival, con tal de ganar más votos a toda costa y poder engañar a despistados ideológicos; pero ni  eso pudo lograr que el Canallín bilingüe y  supuestamente "genio", obtuviera  su sueño de crucificar al país, siendo Presidente.

Así terminan después de las marchas capitalinas que son realizadas por provocadores, los terribles "granaderos" que dicen no fueron desaparecidos por Claudia Sheinbaum, y que sólo sí son distinguidos entre otros cuerpos policíacos, por  aquellos que arbitrariamente fueron víctimas de sus macanazos en el pasado,  justo con las armas que ahora ya no portan, sin que esto signifique que la policía de la capital del país, haya quedado limpia y fuera de corrupciones y mafias ocultas, en base a lo que fue entrenada por  el gobierno mancerista.