En la vida social y del espectáculo, son muchas las melenas libres o sujetas y de diferentes volúmenes, que llaman la atención. Científicamente no existe una explicación concreta de la razón por la cual nos gusta el cabello, y no se atribuye ninguna otra explicación que no sea la atracción sexual como ocurre por otra parte del cuerpo, sin embargo el tocamiento del cabello, socialmente está más permitido que tocar otras áreas íntimas que también nos pueden atraer. Sin embargo, puede resultar paradójico que mientras nos puede encantar el cabello de otra persona en su brillo o cuerpo, nos podría resultar repugnante sí aparece un pelo, en un plato de sopa.Más en www.somoselespectador.blogspot.com