sábado, 10 de octubre de 2020

CAMBIO LOPEZOBRADORISTA Josè Angel Martìnez

 









ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Hasta que se cumpla la mitad de este sexenio presidencial, podremos en verdad evaluar qué tan bueno o malo ha sido el gobierno de Andrés Manuel López Obrador; sin embargo sus acciones como Presidente del país en el período prepandémico e interpandémico,  a menos de tres años de haber protestado como mandatario constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, nos permite al menos arriesgar nuestro comentario, con todo y que seguramente nos aguardan algunas otras sorpresas en el resto de su sexenio. La evaluación puede resultar difícil, solamente para parte del pueblo de México que está compuesto por ignorantes o por corruptos, ya que la calificación de este gobierno, resulta evidente. Recuerdo  que en el Mundial de fútbol en México 86, la selección nacional de nuestro país, contaba dentro de su alineación con Hugo Sánchez, que en ese momento histórico deportivo, nadie podía contradecir que era el mejor futbolista mexicano de la historia en el aparador  del fútbol internacional; sin embargo tal situación, no convertía al equipo mexicano en el mejor del mundial, ni  a la federación mexicana de fútbol  en la mejor federación de la historia de México. En esta parte del sexenio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya lo podemos apuntar como de los presidentes mexicanos, más queridos y honestos de la historia, y su accionar de gobierno, lo podemos calificar basado en determinaciones  firmes, inteligentes y congruentes a sus promesas como candidato, en donde su principal objetivo es frenar el saqueo de los recursos naturales del país y dar marcha atrás a un sistema neoliberalista, sumamente destructor y apatrida. Entiendo que estas aseveraciones, tendrán que ser respaldadas con mayores y mejores resultados en el proceso estratégico de este gobierno, y que será importante realizar un análisis más profundo, pero sí podemos argumentar que México tiene a un excelente Presidente como aquella selección mexicana de fútbol  tenía en Hugo Sánchez, al mejor futbolista mexicano a nivel internacional; -pero esta situación de contar con un buen gobernante-, no es suficiente para que seamos un mejor país, ni una potencia mundial, ni un mejor pueblo, ni un óptimo Estado; ya que para tal fin, se requieren otros esfuerzos y factores, que van más allá de contar con el mejor Presidente de la historia de México. También resulta claro, que es complicado hablar sobre las formas de composición y autocomposición  del Estado, y de la reestructuración de la vida pública del país, cuando las ideas se exponen ante intolerantes, o corruptos que han perdido  privilegios,  o con  ignorantes, o  con quienes no han superado la derrota electoral de Ricardo Anaya, Margarita de Calderón o Antonio Meade,  o de quienes no aceptan la derrota moral y política de los traficantes con distraz de empresarios, y sobretodo para quien no acepta la realidad evolutiva que está viviendo nuestro país, después de más de medio siglo, de un sometimiento ideológico y de atraso educativo, que comenzó siendo religiopresidictatorial y que terminó siendo doctrinariamente saqueador en lo más profundo de lo que muchos  llamamos  inmoralidad, pero que no muchos entienden, aunque sí  y -con rabia-; practican.