ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Ahora que a la radio le ha
convenido sacar los noticiarios del aire, ante la tormenta de comunicados que señalan la asquerosidad en que se bañan
las esferas de poder y sus supuestos hombres respetables, y que ya no cuentan
con el chayote para sus espacios informativos, ni tienen ingresos a costa de
las listas fantasmas de niños con cáncer e inmorales ONG's y sociedades civiles fraudulentas; los
radiodifusores han determinado regresar a la radio musical que predominaba
hasta antes del terremoto del 85 y que ahora el terremoto democrático del 018,
la ha restaurado. Pero ¿será lo mismo que antes fue la radio musical?, acaso
podrá volverse a construir el imperio payotero, cuando las redes sociales y el
internet han debilitado a los medios tradicionales y a los monopolios de las promociones
enfrascadas en los programas de variedades, que concentraban en un solo punto
al auditorio y engendraban a dictadores del micrófono como Raúl Velasco. Será
que los cantantes independientes, que cada vez se ligan menos de una casa
discográfica, aceptarán renunciar a su independencia basada en los temas
"refritos", con tal de no
atarse a la explotación artística y a la esclavitud de contratos leoninos, como
los que estructuraban la familia Aguirre, en donde para presentarse en su
centro de espectáculos EL PATIO, se tenía que firmar una cláusula de
exclusividad publicitaria y de presentaciones personales por media década, para
después tener que pagar intereses abusivos como a los que sujetaron a
José José en el máximo punto de su carrera. Y será que los compositores
españoles, columna vertebral para el mercado del disco hispanoamericano,
aceptarán competir con autores denigrantes. Sin duda estamos en otros tiempos
en donde la tecnología será la clave escencial para definir la nueva era de
comercialización artística, y aunque las
mafias disfrazadas en sociedades, asociaciones, agrupaciones y sindicatos;
siempre han existido y seguirán existiendo, ante estos nuevos tiempos, ya
resultará difícil que un cantante jovencito, salte a la fama musical,
únicamente porque un Jefe policíaco, lo dice y lo ordena.
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