ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.- Callados ha dejado Claudia
Sheinbaum a los que creían que era una oficialía de partes del Presidente de la
República, y no una Jefe de gobierno ligada a un movimiento lópezobradorista
pero con sentido de autoridad, y que
simplemente comparte plenamente los conceptos de recuperación de la política
pública y el ataque a la corrupción. Sin embargo la situación que enfrenta la
CDMX por la herencia del mal gobierno, no se puede igualar con la que vive todo
el país; por lo que si Sheinbaum,
durante su mandato no ataca a la impunidad, entonces no podrá tener un buen
gobierno, ni podrá ser calificada como
una buena gobernante, y tal limpia gubernamental, no solamente consiste en la
revisión y nulidad de proyectos de la anterior administración que hicieron de
la capital de la república, un negocio de particulares a costa del servicio
público, principalmente en el sector
de la vivienda, la construcción, en
bienes raíces y en contratos policíacos; sino que el mayor golpe a la no
evasión de la ley, será que Claudia Sheinbaum,
durante su administración, meta a
la cárcel, de una vez por todas, a los anteriores funcionarios capitalinos corruptos, empezando por el hoy senador de la
república y exjefe capitalino, Miguel Ángel Mancera. Otros aspectos importantes
es la seguridad pública como en todo gobierno de cualquier parte del mundo,
y lograr un buen transporte, aunque
durante su sexenio no podrá abatir el cáncer heredado del metrobús que por el
contrario parece aumentar, pero sí la recuperación del metro, mismo que
correctamente ha sostenido en su cuota, lo que
ya implica un gran esfuerzo, pero
que por otro lado, no ha podido del todo, ponerlo en orden, y en
donde ha permitido una política de desigualdad de género, que también recorre
toda la ciudad, con el pretexto de defender el derecho de las mujeres como
punto principal, y no el derecho y el trato igualitario y el ataque de la
violencia generalizada y no solamente la que agrede a la mujer, tal y como ha
dado cátedra de ello, el gobierno del Presidente López Obrador al defender
personas y no a determinado sexo.Sheinbaum ha logrado ser una gobernadora
cercana, práctica y con mayores aciertos que los gobernantes locales vecinos;
ella sabe ganarse simpatías con actos tan simples como no utilizar la imagen prepotente o hacer uso del cubrebocas. También ha
afrontado de manera correcta, la pandemia del coronavirus, situación que es más
reconocida por Alcaldes del extranjero que por los mexicanos, aunque al igual
que todos, se ha tenido y se tendrá que seguir basando en determinaciones con
prueba y error para asentar el acierto. Aunque la dama de la ciudad, todavía no
ha alcanzado los grados de excelencia en la jefatura de gobierno que logró
Andrés Manuel López Obrador (y cuyo prestigio lo llevó a la presidencia del
país aún con dos fraudes electorales), y que su gobierno puede compararse con
el buen desempeño de Ebrard o de Camacho Solís, y que no se puede decir que su desempeño sea un desastre como lo fue
lo realizado por Mancera o Cuauhtémoc
Cárdenas con Rosario Robles, y que sobretodo, no ha sido una corrupta; tampoco se puede afirmar
que su toque de gobernar sea hasta el momento, un actuar extraordinario. Ahora seguramente vendrán más
retos para Claudia, como si el control de la pandemia no fuera ya un problema
mayor, pero será importante que nazcan a
su alrededor, colaboradores eficaces y que en verdad brillen en su entorno ,
como lo logró su secretario de seguridad y como lo hace su nuevo secretario de
gobierno, en contraste con la opacidad
de su secretaria de salud y su fiscal de justicia. El reto inmediato será
alinear a sus cuerpos policiacos que
tienen la mala costumbre de querer cubrir cuotas extras pese a sus aumentos de
sueldo y dotarlos de recursos que los dejaron cadavéricos; y el otro reto, será
ejecutar programas sociales asistencialistas y sobretodo laborales que permitan disminuir los grados de
violencia de la metrópoli, y que los ciudadanos tengan recursos para allegarse
a la salud, a la educación y a la subsistencia; porque lo otro y lo más fácil,
sería únicamente continuar con el plan
de austeridad y cobijarse de la imagen presidencial y sacar provecho de una
supuesta solidaridad feminista, para aspirar a lograr ser la primera Presidente
de México, y dejar pasar la oportunidad histórica, de trascender como la
primera mujer que es Jefe de Gobierno, y quizá sí aspirar a la presidencia de
la república, pero como una líder fuerte y querida, como lo sería su antecesor
y actual Presidente. Por lo pronto, la CDMX no tiene una gobernante corrupta, y
para lo que nos ha tocado vivir a los capitalinos y con lo que viven otros ciudadanos en otras
entidades federativas, que hasta aguantan a sus
narcogobers, parece que ya es ganancia.
La libertad de expresión también consiste en el derecho de
réplica, en el debate público y no en el control mediático, al cual en el
anterior sistema, se acostumbró a mantener a supuestos líderes de
opinión, a los que un sector teleciudadano
los adoptó como guías del irracionamiento repetitivo. Ahora supuestos
informadores e intelectuales sujetos al
titiritero empresarial, mediante un desplegado en sus propios periódicos que
ya no son mantenidos por el gobierno con el erario público, reclaman libertad
de expresión con la cobardía de no
acudir de manera personal a manifestarlo frente al Presidente en sus
conferencias matutinas diarias, y lo hacen mediante una supuesta queja ante la
opinión pública, que no es más que parte de los golpeteos desesperados para que
ya no se cierren las puertas que evitan los abusos empresariales y las dádivas
periodísticas como un paisaje costumbrista de la corrupción, lo que representaba
un verdadero limitante para la libertad de expresión y procuraba la concentración de comunicadores encubiertos
para la manipulación colectiva y provocar
la falsa percepción ciudadana, situación que sí no ha quedado desarmada,
por lo menos sí, desenmascarada.